Una de las razones de alojarnos a las afueras en Vitoria Gasteiz era para poder hacer otras cosas, y una fue una visita al Parque Natural de Izki, y otra a las Salinas de Añana.
Para llegar cogimos la A-132 dirección Maestu, y allí, ya indicado, cogimos dirección Korres mientras nos adentrábamos en el Parque de Izki.
Una vez allí, y después de informarnos en la oficina, elegimos la ruta que queríamos hacer. Izki ofrece 15 sendas que se adaptan a todas las exigencias: largas, cortas, fáciles, algo más complejas… Además, conectan los pueblos que rodean o están integrados en el parque, enriqueciendo más si cabe la visita.
Nosotros elegimos unir la senda 14 con la 15 y así hacer una ruta circular bastante completa, de algo más de 6 kilómetros y con algo de dificultad. Tardamos unas 2:30 horas, llevando a un bebé en la mochila. Os dejo un enlace a nuestro wikiloc con los datos d la ruta.
Comenzamos por la Senda El Agin (número 14) en la que hay que superar un desnivel positivo de unos 250 metros en 2 kilómetros, al principio por una senda entre bosque bajo con bastante desnivel, luego zona abierta de matorrales y prados. Fácil de seguir ya que está todo indicado con puntos amarillos.
Antes de comenzar a bajar puedes desviarte para hacer cima en el monte Soila y luego volver. Son pocos metros más de altura, nosotros desechamos la idea ya que el cielo estaba amenazante, y no suponía una mejora de las vistas que ya teníamos.
Al comenzar el descenso hay una parte un poco más complicada, donde han puesto unas cuerdas fijas para ayudarte. Aunque no representa mucha dificultad.
Luego, continúa el descenso por un terreno un poco irregular por plena ladera, pero que puede que sea la parte más bonita de la ruta: bosques de hayas, castaños y pinos que se encierran en preciosos túneles verdes que dan paso a acantilados y miradores; árboles singulares, buitres…
Al acabar el descenso te cruzas con la Senda Antoñana, (número 15) que va desde ese pueblo hasta Korres. La escogimos para no tener que volver por el mismo camino y hacer la ruta circular… Esta parte más tranquila, toda por senda firme, atravesando preciosos bosques hasta la parte final, que te encamina hacia la iglesia de Korres.
Zona muy recomendable y con muchas más opciones, que bien merece una visita.