Parte de nuestro gran viaje por Sudamérica y en gran parte el motivo del mismo, fue por y en la Patagonia. Nosotros nos centramos más en la parte chilena, en concreto en el Parque Nacional de las Torres del Paine, aunque también visitamos la parte argentina. Aquí os dejo el itinerario de aquella parte inolvidable del viaje:
1º día ( Santiago – Punta Arenas – Puerto Natales )
Salimos temprano desde Santiago de Chile directos a Punta Arenas, aunque es cierto que se hace una parada en Puerto Montt donde algunos pasajeros bajan y otros suben. En nuestro caso se demoró poco más de media hora, tiempo que pasamos dentro del avión.
Llegamos sobre las 14 al aeropuerto donde nos esperaba la persona que nos alquilaba el coche. En una cafetería del mismo aeropuerto arreglamos los papeles y cogimos la carretera dirección Puerto Natales, 225 kilómetros por la carretera del Fin del Mundo que nos fascinó.
Llegamos a Puerto Natales con tiempo de sobra para acomodarnos en el Hostal, comprar comida y agua para el día siguiente y cenar tranquilamente aunque muy motivados por lo que íbamos a hacer al día siguiente.
2º día ( Puerto Natales – Parque nacional de Torres del Paine )
A las 7:00 ya estábamos desayunando, preparamos las mochilas, guardamos el resto de maletas en el hostal hasta la vuelta y cogemos la carretera dirección Torres del Paine. Enseguida cambiamos el asfalto por tierra ( ripio ) y comenzamos a disfrutar del trayecto con numerosas paradas para ver animales, sobre todo aves rapaces y guanacos, y disfrutar de las panorámicas.
A las 11 ya estamos en la Hosteria Las torres donde dejamos el coche y después de un tiempo de preparación, a las 11:40 comenzamos nuestro 1º día de ruta en el que llegamos al mirador de las Torres del Paine y volvemos al Refugio Torre Central.
Nos sobra tiempo para descansar, tomar un vinito antes de cenar y disfrutar del ambiente montañero.
3º día ( Parque nacional de Torres del Paine )
Este segundo día de ruta fue más relajado, casi sin desnivel ni acumulación de kilómetros. Nos lo tomamos con calma,muchas paradas, muchas fotografías y muchas risas. Cuando llegamos al Refugio Los Cuernos somos de los últimos en llegar, aun así repetimos el itinerario de la noche anterior.
4º día ( Parque nacional de Torres del Paine )
Sabíamos de antemano que este iba a ser el día más duro, pero no sabíamos lo duro que fue realmente. A las 8:55 comenzamos a andar después de pasar una noche malísima, y las primeras dos horas las hacemos bajo una fina capa de lluvia. En 1:40 llegamos al camping de los Italianos donde dejamos dos de las cuatro mochilas, para ir más ligeros. Unos 50 minutos después llegamos al mirador del Glaciar del Francés donde muchos se dan la vuelta y se vuelven debido a la amenaza del cielo, nosotros después de una breve parada y reflexión decidimos seguir.
Llegar al Mirador Británico fue duro, pero sin lugar a dudas uno de los mejores momentos del viaje cuando allí se abrió el cielo y disfrutamos de unas vistas inigualables.
Para bajar apretamos bastante, y aún así nos hacemos más de 45 minutos bajo una intensa granizada. Al llegar al Refugio Paine Grande el primer pensamiento fue que era cierto, en Torres del Paine puedes disfrutar de las 4 estaciones en un mismo día.
5º día ( Parque nacional de Torres del Paine – Puerto Natales )
Después de la mala experiencia en este refugio salimos un poco tarde y enfadados, pero con las ganas intactas. Esta etapa también fue más relajada aunque triste, al ver la zona más devastada por el incendio que desoló la zona en le 2011.
A las 15:00 estábamos montados en el Catamarán para hacer la navegación al Glaciar de Grey, y la verdad que fueron 2:30 horas maravillosas y una experiencia extraordinaria.
Desde la Hosteria Lago Grey que es donde acabamos, un tránsfer privado nos lleva hasta el parking de la Hosteria las Torres donde tenemos nuestro coche.
Llegamos ya de noche a Puerto Natales pero con ganas de recordar lo vivido y de pegarnos un buen homenaje de cordero al palo. Y lo fue, vaya que lo fue!!
6º día ( Puerto Natales – El Calafate «Argentina» )
Aunque tenemos ganas de pegarnos una mañana de relax, no hay tiempo para hacerlo. Nos conformamos con no pegarnos un supermadrugón. A las 9:40 salimos de Puerto Natales dirección El Calafate donde llegamos pasadas las 14. Después de descargar en el hotel y comprar unas empanadas para comer, vamos directo al Parque Nacional Los Glaciares con el único propósito de ver el Perito Moreno, Fue todo un lujo ir en temporada baja y disfrutar de él casi solos, bueno la mayor parte del paseo por las pasarelas lo hicimos solos excepto en dos o tres ocasiones que nos cruzamos con algún grupo de no más de 6 personas. Más de 3 horas disfrutando de la naturaleza y de los inigualables crujidos del hielo milenario, del glaciar y de algún que otro pequeño desprendimiento, y de uno enorme.
Vuelta a El Calafate a disfrutar de una gran cena y de un pequeño paseo por el centro de la ciudad.
7º día ( El Calafate – El Chalten )
Hasta el 3 día en Torres no sabíamos que íbamos a hacer estos días, pero una pareja nos aconsejaron visitar El Chalten y les hicimos caso, y fue todo una cierto.
Madrugamos y a las 10:30 ya estábamos allí, vemos donde está el hostal que habíamos reservado la noche de antes, nos preparamos y a las 11:30 comenzamos la ruta de la Laguna de los tres para llegar a la base del Fitz Roy. Fue una de las rutas más bonitas que he hecho en mi vida, nos encantó a todos y el día acompañó.
Después de la ruta solo quedaba una buena ducha, un par de cervezas de litro y una buena cena.
8º día ( El Chalten – Punta Arena «Chile» )
Nos esperaban unos 570 kilómetros de carretera con algún tramo de ripio, pero decidimos dar un paseo por El Chalten y hacer alguna compra.
Llegamos a Punta Arenas sobre las 18:45, por lo que tuvimos tiempo de dar un paseo, tomar algo y cenar.
9º día ( Punta Arenas – Santiago )
El avión salía a las 15:00 horas por lo que disfrutamos de una mañana soleada paseando por el puerto y por el mercado de la ciudad. En el parking del aeropuerto devolvimos el coche y vuelta a Santiago. Esta vez en Puerto Montt si que tuvimos que bajarnos del avión y esperar a otro que salió 1:30 después, pero el ahorro en los billetes fue cuantioso, por lo que nos valió la pena.
A las 21:30 estábamos en Santiago de Chile.