TANGKAHAN (ELEFANTES)
Desde Bukit-lawang se puede ir a Tangkahan para ver elefantes, un pequeño poblado perdido en la selva tropical de Sumatra que vivió en las décadas de los 80 y 90 una tala masiva, ilegal y desmesurada de la selva virgen; y la consiguiente transformación en bosques productores de aceite de palma.
Afortunadamente los mismos habitantes se dieron cuenta del daño que se le estaba haciendo a su hogar y decidieron actuar en contra, deteniendo la tala ilegal y transformando el poblado en un destino ecoturístico autosostenible.
De este modo nació la CRU (Unión de Respuesta de la Naturaleza), un equipo de 7 elefantes (actualmente) y sus mahouts (cuidadores) que ayudan a proteger la zona de cualquier furtivo, con el objetivo de ir recuperando la selva y así proteger a los animales que viven en ella, alguno de ellos en peligro de extinción como el mismo elefante, el orangután, el tigre y el rinoceronte de Sumatra.
Su principal función es hacer batidas por la selva en busca de cazadores furtivos, de gente que esté deforestando selva o de cualquier acción perjudicial, para así poder denunciarla y evitarla.
Allí puedes participar económicamente con dos actividades: el baño matutino o vespertino de los elefantes, y un paseo por la jungla subido a ellos. Aunque ambas actividades se utilizan para el sustento del pueblo, y supuestamente los elefantes no sufren al ser grupos reducidos, la actividad del paseo no está bien vista por todo el mundo.
En nuestro caso solo participamos en el baño matutino, no nos pareció bien el paseo por la jungla a sus lomos.
ACTIVIDAD
Tocó madrugar porque habíamos quedado a las 6, esta vez era el propio Anzala nuestro chófer. El traslado desde Bukit-Lawang hasta Tangkahan nos costó 600.000 rupias entre los 4. Tardamos cerca de dos horas en llegar por una pista de tierra a tramos bastante mala, atravesando la selva, zonas totalmente arrasadas y otras de grandes plantaciones para producir aceite de palma.
Al llegar a Tangkahan contratamos el baño matutino por 250.000 rupias, si hubiésemos querido añadir el paseo nos hubiera costado 600.000 rupias. Os dejo una foto con los horarios.
Una vez que pagamos la actividad continuamos con el coche un poco más hasta una zona pegada al río. Los elefantes estaban en un enorme espacio vallado a la espera de que sus cuidadores fuesen a por ellos. Puntuales salieron en fila uno detrás del otro y bajamos todos juntos hasta una zona amplia del río para el baño.
Primero, con todos los turistas retirados, cada mahout revisó a su elefante: les miraron la boca, los colmillos, les inspeccionaron bien las patas, incluso a los que no podían defecar por sí solos les ayudaron metiendo prácticamente todo el brazo por el ano.
Después, los elefantes iban entrando al río hasta una zona que cubría bastante y se sumergían. Fue genial, se lo estaban pasando en grande nadando y buceando, algunos parecía que no querían salir del agua. Al acabar su recreo se acercaron a la orilla y fue el momento en el que los turistas nos pudimos acercar.
Les dimos de comer, tocamos su piel dura y áspera, jugamos con ellos, les frotamos con cepillos mientras estaban tirados en el río… Incluso nos daban besos y nos bañaban utilizando la trompa a modo de manguera.
La verdad es que fue genial, nos encantó estar tan cerca de estos nobles animales, tocándolos y disfrutando como enanos viéndolos jugar, sabiendo que están bien cuidados y que el proyecto de salvar la selva va encaminado a recuperar a estos animales, junto a otros muchos más.
Os dejo unos vídeos de los momentos más divertidos.
BAT CAVE
No todo el mundo que llega a Bukit-lawang conoce las Bat cave, y son una auténtica pasada. Nosotros nos enteramos gracias a Jorge y Laura, nuestros nuevos compañeros de viaje, y a la vuelta de Tangkahan fuimos directos a verlas. Desde Bukit-lawang tienes un paseo de unos 2 kilómetros conociendo otro Bukit-lawang, con hoteles de mayor calidad, un paseo de alrededor de 45 minutos en el que tienes que cruzar el río y luego seguir una senda bien marcada.
Al llegar en la entrada habían 4 o 5 hombres, que quisieron cobrarnos 75000 por persona más 10.000 por entrada y guía, pero ya estábamos avisados por los chicos y le bajamos hasta 75.000 rupias los dos.
El guía que nos acompañó era un hombre bastante experimentado en la zona, y nos fue explicando varias cosas. La humedad, las zonas estrecha, la falta de luz y los sonidos de la naturaleza la convirtieron en una experiencia genial.
Recomendable llevar frontales y buen calzado, hay veces que hay algunas zonas con pasos difíciles, es mejor estar preparados.
Las recorrimos enteras sin que nuestro asombro desapareciera en ningún momentos. ¡No os la perdáis! Murciélagos, los primeros más pequeños, arañas venenosas, enormes grillos, rincones con celebraciones budistas algo oscuras y las cuevas en sí, espectaculares.
BUKIT-LAWANG
Cuando regresamos de la excursión a las Bat Cave paramos a comer en Forest Rain, el restaurante de Nora’s House, por unos 120.000 rupias dos hamburguesas, patatas y cerveza. Bastante regular.
Para cenar volvimos al Jungle Inn, esta vez tacos, noodles y patatas por 82.000 rupias, baratos y bueno