Bilbao fue la segunda capital que visitamos del País Vasco después de Vitoria Gasteiz. Y aunque fue una visita rápida disfrutamos mucho del ambiente, de sus calles y zonas más importantes.
ALOJAMIENTO EN BILBAO
Para alojarnos escogimos la casa de Susana, a través de Airbnb (regístrate desde este enlace y obtendrás de 25 a 35 euros de descuento). Fue todo un acierto y pensamos que, calidad precio, fue insuperable.
La casa está en un barrio tranquilo de Bilbao, pero muy cerca del centro, a escasos 10 minutos andando del casco viejo. Además de tener cerca transporte público.
La casa es pequeña pero muy acogedora y limpia, con todo lo necesario para tener una estancia perfecta. Además Susana, es una mujer agradable y dispuesta a ayudar con cualquier cosa.
Estamos muy agradecidos por cómo se comportó con nosotros, dándonos facilidades y soluciones al momento.
APARCAMIENTO EN BILBAO
Aparcar gratis en Bilbao es misión imposible. Prácticamente toda la ciudad es de zona OTA (de pago) o reservada para vecinos. Nosotros tuvimos suerte ya que en agosto los viernes por la tarde, y sábados y domingos, las zonas de OTA son gratuitas, y pudimos aparcar en la puerta de nuestro alojamiento sin problemas.
Pero sí que existen algunas zonas de parking gratuito, donde se puede aparcar y llegar al centro en metro o bus, ya que están alejadas del centro. Hay varias zonas las cuales suelen estar bastante llenas siempre, así que no siempre es fácil aparcar: barrios como los de Zurbaran, Txurdinaga o San Ignacio, el parque de Artxanda, o en algunas zonas de Bolueta.
También existe la posibilidad de encontrar parkings baratos o agudizar el ingenio, utilizando parkings de supermercados que salen gratis las primeras dos horas haciendo una compra, y más tiempo si la compra es mayor.
¿QUÉ VER Y HACER EN BILBAO?
A mí parecer Bilbao es una ciudad de las que se disfruta paseando, admirando las fachadas de los edificios mientras recorres el paseo de la ría, descubriendo rincones en el casco viejo, o las grandes zonas habilitadas para el turismo como el Guggenheim.
CASCO VIEJO
Es una de las áreas de la ciudad más concurridas, tanto por los turistas como por los lugareños. Y por tanto, de las más recomendables de visitar y recorrer sin prisa.
No se puede visitar Bilbao y no pasear por las calles de este emblemático barrio. Callejear por las calles peatonales, disfrutar de sus plazas, de sus comercios, de sus bares y pinchos.., es de obligado cumplimiento en Bilbao.
El ambiente en esa zona, no solo turístico, queda de manifiesto en la Plaza de Miguel de Unamuno, lugar de reunión de bilbaínos y bilbaínas. Perfecta para recargar fuerzas con unos pinchos y unas cañas, mientras disfrutas del espectáculo de algún artista callejero.
Encontrar la Catedral de Santiago de Bilbao es al igual de fácil como de difícil, a la vez que sorprendente. No podíamos imaginarnos que entre tantas calles estrechas se ubicara una Catedral enorme. La entrada son 5 euros y también puedes entrar a la Iglesia de San Antón. O esperar a que haya misa, y entrar gratis.
También es interesante pasar por el número 11 de la calle de Ronda e imaginar, o intuir, un trocito existente de la antigua muralla del S. XIV que rodeaba la ciudad; descubrir sin apenas quererlo la Plaza Mayor o Plaza Nueva y sus historias; recorrer los soportales de la Calle de la Ribera mirando al techo; disfrutar del Teatro Arriaga; o sorprendernos con las marcas visibles de la última gran inundación en 1983.
PASEO POR LA RÍA
Todo sea dicho, la apariencia de las aguas de la ría no invitan a mucho, pero el paseo desde la zona del casco antiguo hasta el Guggenheim es una de las mayores atracciones para todo el mundo en Bilbao.
Nosotros lo hicimos en bici con diversas paradas: parques, edificios emblemáticos, atravesando puentes.. Hasta llegar a uno de los puntos más visitados de la ciudad: el Museo Guggenheim, la escultura Puppy y el Puente de la Salve, que hace de mirador improvisado.
TOUR GUIADO
En Bilbao sí que encontramos una empresa que hacía FreeTours, bueno era una chica sola que trabaja como autónoma. No lo hicimos con ella porque no nos cuadraba el horario de ese día, pero nos hubiera gustado ya que nos aseguraba un grupo reducido de no más de 10 personas, además de llamarnos por teléfono porque había hueco para nosotros.
(Puedes encontrar más empresas de Freetour por todo el mundo en este enlace).
Finalmente escogimos el de la Oficina de Turismo, que lo hacían a las 10 de la mañana y nos interesaba más, y que costó 4,5 euros por persona.
¡Error! Éramos más de 25 personas y, aunque la chica se esforzó y lo hizo bastante bien, nunca llegó a conectar del todo con la gente, o al menos con nosotros.
Ya es la segunda decepción con una Oficina de Turismo, al igual que nos pasó en Vitoria Gasteiz.
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